EL ARBOL DE LA VIDA
El Árbol de la Vida y sus diez sefirots o sephirots (energía individual representada por un esfera).
Como con cualquier enseñanza, tenemos que dedicar tiempo y energía para interpretarla y entenderla.
A medida que vivamos nuestra vida normal, sin saberlo estamos constantemente usando estos atributos. Estas energías están conectadas con los chakras, los órganos de cuerpo físico y los rayos de colores, también con los sonidos vocales sagrados.
Si cada atributo de una sefirot se expresa en Verdad y en claridad prístina como cuando los chakras están funcionando sin bloqueos, en completo potencial, entonces el hombre llega a
ser la manifestación del Adán Kadmón, (co-creador con Dios), la expresión del Maestro Interno o Presencia del YO SOY.
Estando balanceado entre los dos pilares Adán Kadmón está centrado en el elemento aire, el pilar central. Respira Nous y es así como se nutre. Mora en el estado de la línea límite entre dos realidades, el ahora y el futuro potencial, lo físico y lo espiritual. No tiene más necesidad de acaparar alimento ni conocimiento porque trasciende todas las barreras.
Entendiendo que el crecimiento espiritual incluye nuestra estancia necesaria en este mundo para poder ascender y evolucionar en la espiral de reencarnaciones y sin perder de vista nuestra meta final de unión con el Creador, podemos entonces trabajar de adentro hacia afuera, dando prioridad a nuestra verdadera intención y naturaleza de encontrar dentro, trabajar dentro e ir hacia afuera. Del centro a la periferia. Corrigiendo desde el fondo de nuestro ser el EGOISMO y entrando a la LEY DE OTORGAMIENTO, ley universal que debe regir nuestra vida y nuestra evolución: AMAR A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Klaus.
El Árbol de la Vida y sus diez sefirots o sephirots (energía individual representada por un esfera).
Como con cualquier enseñanza, tenemos que dedicar tiempo y energía para interpretarla y entenderla.
A medida que vivamos nuestra vida normal, sin saberlo estamos constantemente usando estos atributos. Estas energías están conectadas con los chakras, los órganos de cuerpo físico y los rayos de colores, también con los sonidos vocales sagrados.
Si cada atributo de una sefirot se expresa en Verdad y en claridad prístina como cuando los chakras están funcionando sin bloqueos, en completo potencial, entonces el hombre llega a
ser la manifestación del Adán Kadmón, (co-creador con Dios), la expresión del Maestro Interno o Presencia del YO SOY.
Estando balanceado entre los dos pilares Adán Kadmón está centrado en el elemento aire, el pilar central. Respira Nous y es así como se nutre. Mora en el estado de la línea límite entre dos realidades, el ahora y el futuro potencial, lo físico y lo espiritual. No tiene más necesidad de acaparar alimento ni conocimiento porque trasciende todas las barreras.
Entendiendo que el crecimiento espiritual incluye nuestra estancia necesaria en este mundo para poder ascender y evolucionar en la espiral de reencarnaciones y sin perder de vista nuestra meta final de unión con el Creador, podemos entonces trabajar de adentro hacia afuera, dando prioridad a nuestra verdadera intención y naturaleza de encontrar dentro, trabajar dentro e ir hacia afuera. Del centro a la periferia. Corrigiendo desde el fondo de nuestro ser el EGOISMO y entrando a la LEY DE OTORGAMIENTO, ley universal que debe regir nuestra vida y nuestra evolución: AMAR A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Klaus.
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