El siguiente texto fue tomado de un estudio de teología para explicar cómo se han ido copiando y cambiando las versiones originales de la primera biblia (Torá) que fue escrita en Hebreo (Forma escrita del Arameo) y después traducida al griego y latín, de ahí salierón las versiones en español con los textos cambiados no solo en su forma original sino también manipulados por la iglesia católica de ese tiempo que necesitaba manipular a la gente para poder seguir en el poder. Recordemos todos los siglos de poderío eclesiástico donde los obispos, cardenales y por supuesto el Papa tenían para gobernar hasta por encima de los mismos reyes.
La siguiente carta la escribe San Jeronimo en respuesta al Papa Damaso I (305-384 y Papa desde el 366) que le pide explícitamente que cambie los textos antiguos conforme a la conveniencia de la iglesia. Varios siglos después otra vez la Iglesia decide cambiar las escrituras y crear una nueva "Vulgata" (termino en latín para nombrar la traducción de los textos originales bíblicos que estaban redactados en hebreo y traducidos al griego. Varias veces durante siglos vuelven hacer estas "Vulgatas" en la iglesia y están documentadas históricamente. Veamos el siguiente texto que lo documenta:
"En el año 1546 por el decreto De usu et editione sacrorum librorum, en el que el canon, (es decir, la recopilación de los escritos), de la Vulgata en latín se convertían en vinculantes eclesiásticamente e "infalibles". Sin embargo, cuando se encontraron después muchos errores, hubo en 1590 una incisión: después de varias correcciones el papa Sixtus V (papa desde 1585 hasta 1590) publicó la Vulgata como la nueva edición auténtica, la "Editio Sixtina", y la declaró eclesiásticamente "infalible". En realidad estaba llena de errores y la Iglesia la refrenó. El papa Clemencio VIII, papa de 1592 a 1605, en 1592 hizo sustituirla por la al fin "infalible" "Editio Clementina", que naturalmente demostró también tener muchos errores (Karl Heussi, Compendio de la historia de la Iglesia, Tübingen 1991, 18ª edición en alemán, pág. 337).
Solo después de ser corregida una vez más permaneció durante más tiempo vinculante la cuarta y última versión del año 1598, nuevamente declarada "infalible"...
(Texto tomado de: Teología.de)
Ahora leamos la carta de Jeronimo (padre de la Iglesia) al Papa Damaso I
“Tú me obligas a crear una obra nueva partiendo de una antigua, y a su vez a actuar como árbitro sobre ejemplares de la Biblia, después de que hayan sido difundidos desde hace mucho tiempo por todo el mundo y donde difieran entre sí, decidir cuáles están en concordancia con el texto griego auténtico. Es una tarea que igual que exige entrega con amor, alberga en sí peligros y es temeraria a su vez: juzgar sobre los otros y a la vez estar sujeto al juicio de todos. Intervenir en el lenguaje de un anciano cambiándolo y remontar un mundo ya anticuado a los días de su primera infancia. ¿Y si se encontrase aunque solo fuera uno que, sea instruido o no, me llame a viva voz falsificador y sacrílego porque tuve la osadía de agregar, cambiar o corregir en los antiguos libros [latinos] que alguna vez haya leído, y que cuando apenas tome en su mano este tomo [la revisión de los evangelios], descubra que lo que aquí lee no sea de su gusto?
Hay dos reflexiones que me consuelan y me permiten acoger sobre mí esa lacra: por un lado que tú, el obispo de mayor rango, me ordenes hacerlo: por otro, que es difícil encontrar la verdad en formas diferenciadas de lectura, como confirmarían también mis difamadores. Si precisamente uno puede confiar en los textos en latín, díme entonces por favor: ¿en cuáles? Hay casi tantas formas de texto como copias. Pero si la forma del texto verdadera tiene que surgir de la comparación de varios, ¿por qué no volver al original griego y después mejorar todos los errores, sean de traductores de poco fiar, o se trate de mejoras a peor o temerarias, críticos de texto incompetentes o simplemente se trate de añadiduras o cambios de copiadores distraídos? ... Yo ahora hablo del Nuevo Testamento: ... Mateo, Marcos, Lucas, Juan; si los comparo con los escritos a mano griegos – ¡claro que son antiguos! – fueron reelaborados por nosotros. Sin embargo, para evitar grandes diferencias con el enunciado en latín, así como estamos acostumbrados en las interpretaciones, hemos contenido nuestras plumas y solo hemos mejorado donde parecía haber cambios en el sentido, mientras que todo lo demás lo dejamos como estaba".(Preámbulo al Nuevo Testamento; citado según "A. M. Ritter, Kirchen- und Theologiegeschichte in Quellen" - "Historia de las Iglesias y de la teología-", tomo 1 -" Alte Kirche"- antigua Iglesia -, pág. 181, en el original " J. P. Migne, Patrologiae cursus completus, series Graeca (MPG) 29, Sp. 525 ff".)
Jerónimo trabajó con los documentos griegos que procedían de los textos en hebreo ya que estos se acercaban más a la versión original que aquellos que estaban en latín, por lo general trabajaba con el "Sinaiticus" (El Códice Sinaítico o Codex Sinaiticus (Londres, Biblioteca Británica, Add. 43725; Gregory-Aland n.º א (Aleph) o 01) Puedes leer más sobre esto en: https://es.wikipedia.org/wiki/Codex_Sinaiticus
Ahora leamos algunas citas bíblicas que hablan sobre Reencarnación en la página de Teología que más abajo te recomendaré.
«Entonces sus discípulos le preguntaron diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús les dijo: En verdad, Elías viene primero y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino y no le conocieron sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos» (Mateo 17; 10, 11 y 12).
En la epístola de Santiago de la Biblia se advierte que nuestra lengua: Puede inflamar la «rueda de la reencarnación» (Santiago 3, 6, compare con Eclesiastés 12, 6). Esta parte se puede interpretar como: Palabras malas pueden causar un gran «incendio», que el incendiario espiritual debe reencarnar nuevamente para reparar el daño. ¿Pero cómo es interpretada esta parte por las Iglesias?Evangelio de Mateo. «Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tenga oídos para oír, que oiga» (Mateo 11, 14-15)
Mientras el espíritu profético en el joven cristianismo original fue acallado paulatinamente por el desarrollo de la Iglesia oficial, desaparecieron también las bases de la fe del cristianismo originario sobre la reencarnación. En el año 389, por ejemplo, se quemó la gran biblioteca de la antigüedad en Alejandría. Monjes católicos de la Iglesia egipcia le prendieron fuego al templo «pagano» adjunto de Serapis, y tanto el templo como también la biblioteca se quemaron con sus valiosos documentos del cristianismo original.
En relación a estos documentos, un ejemplo concreto: También fueron quemadas por la Iglesia las Interpretaciones de los evangelios de Basílides, un hombre que vivió en Alejandría en la primera mitad del siglo II, considerado por la Iglesia oficial como «gnóstico», es decir como «hereje». Evidentemente existía una conexión entre Basílides hacia el apóstol de Jesús Mateo, y a través de un alumno de Pedro, Glauco, con Pedro (Zeitenschrift N° 9/1995). De las informaciones que no se perdieron, se hace claro que él sabía algo sobre la reencarnación cuando escribe: «Las personas sufren, dice Basílides, por lo que hicieron en vidas anteriores» (pág. 226), no condicionadas por un «pecado original», tal como se enseña en las Iglesias.
Para los que desean estudiar más sobre este tema y diversos temas Teológicos les recomiendo ampliamente la siguiente página que es bastante seria donde yo me he documentado para mis estudios en: Literatura Sagrada.
Seguiré subiendo material que nos ayude a nuestro estudio de Kabbalah y le pido me manden sus dudas, preguntas, comentarios... Saludos!
Para completar les dejo este video de una charla con Jose Luis Caritg donde habla del Jesús histórico y de los mitos que se crearon al rededor de él.
Para completar les dejo este video de una charla con Jose Luis Caritg donde habla del Jesús histórico y de los mitos que se crearon al rededor de él.
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